Neurociencia, Educación y Seguridad Vial | EduVia (Educación Vial) ::: 17 Años :::

Neurociencia

¿Cuánto tiene que ver la conformación de nuestro cerebro y de la actividad que éste desarrolla más allá de nuestra voluntad con la seguridad vial?

Conducir un vehículo es una acción compleja que requiere de la salud completa de todo el ser humano que va a realizarla. Acabó el tiempo en el que simplemente había que aprender a conducir, conocer las señales de tránsito y tratar de no cometer infracciones. La complejidad del sistema vial requiere de nuevas disciplinas para evaluar si una persona está en su plena condición física y mental para poder conducir.

El comportamiento humano se establece a partir de la genética, la fisiología, la actitud, el aprendizaje, la cultura …la Neurociencia estudia el sistema nervioso y desde 1998 tienen en la resonancia magnética una herramienta para medir cómo funciona. La Neurociencia, conjunto de ciencias que estudian y explican el sistema nervioso y la relación mente/psiquis, tiene mucho para aportar en el tema Educación y Seguridad Vial, porque cuando hablamos de este tema estamos hablando de personas concretas que conducen un vehículo en un ambiente común interactuando con otras personas y frecuentemente protagonizando conflictos en la via pública, a veces con desenlaces dolorosos debido, justamente, a las reacciones más primitivas e inconscientes que lo dominan.

El funcionamiento cerebral es el motor de las acciones humanas. Sintéticamente podemos decir que nuestro cerebro consta redes neuronales que rigen nuestras actitudes llevándonos a proceder de determinada manera, a veces instintiva y primitivamente, de ahí que sea tan importante la educación y formación del individuo dado que, cuanta más información tenga, cuanto más se haya preparado intelectual e inclusive moralmente, podríamos esperar que sus acciones sean más civilizadas y respondan a lo que se espera de él, que actúe de manera tal que ponga freno a sus instintos que lo ponen en peligro y lo pueden convertir en un ser violento más semejante a un animal que a un un ser humano racional.

Hay necesidad de educar a los niños pero también a los adultos, formar a la gente para que conozca las características del desarrollo infantil, etapa de la vida que debemos cuidar entendiendo que la seguridad vial debe estar en acto en nosotros primero para poder luego transmitirla.

No hay seguridad posible si el destinatario no acepta y acata sus reglas y no se construye una seguridad vial de arriba hacia abajo sino al revés, primero hay que aceptar las normas y las reglas pues para algo se han estudiado y puesto en marcha pero, de nada sirven si quienes debemos cumplirlas hacemos como que no existieran transgrediéndolas constantemente.

La mejor Seguridad Vial parte de la percepción del riesgo, el respeto al semejante y el cumplimiento de las normas existentes, en primer lugar saber por qué existen y para qué.

La seguridad comienza con la conciencia del riesgo y saber qué pasa si violamos la norma.

Enseñar a percibir el riesgo es una tarea pendiente que comienza en la familia, sigue en la escuela y se afianza en el día a día en la vida social.

Por último y citando el parágrafo 3.2 del Plan de Seguridad Vial de Italia , la construcción de una cultura de la Seguridad Vial comprende el conjunto de conocimientos y de valores que orientan comportamientos y elecciones hacia un tipo de movilidad segura y sostenible  lo que implica integrar tres tipos de acciones: información, sensibilización y creación de alternativas e instrumentos.

De lo expuesto se deduce que aún queda mucho por trabajar en función de comprender los motivos por el cual hay tantos accidentes de tránsito; se insiste en la Educación Vial como una herramienta necesaria para evitarlos pero paralelamente deben realizarse acciones comunes en todas las áreas de la educación en el corto, mediano y largo plazo.

María Inés Maceratesi