Seguridad y Educación Vial, un panorama difícil de dilucidar. Editorial | EduVia (Educación Vial) ::: 17 Años :::

Editorial

Por María Inés Maceratesi

Ponerse al día después de casi un mes sin publicar resulta difícil retomar el hábito de publicar en este sitio. Un poco porque el desaliento general es grande, tanto a nivel sociedad como en el aspecto político. Por más que deseamos y hacemos el esfuerzo de proponer buenas prácticas para mejorar la seguridad vial, parecería que tendríamos que reinventarnos y buscar la manera de desarrollar acciones que realmente la mejoren.

Últimamente participé de varios foros, todos muy interesantes y propositivos, algunos con iniciativas muy interesantes pero nacidas en otros países y por lo tanto, muy difíciles de instalar en Argentina. Y no le echemos la culpa a nadie en particular porque , si bien muchas fracasan por la idiosincracia de los argentinos, otras muchas están siendo tomadas, practicadas y con excelentes resultados.

En el primer párrafo les hablaba de buenas prácticas que son las que, según mi juicio, pueden hacer la diferencia. Las personas, especialmente en estos tiempos, están muy individualistas, a la defensiva cuando se les marca algún error en el tránsito, y lo más significativo es que algunos funcionarios de los entes gubernamentales no se dan cuenta. Un ejemplo es el que nos sucedió como periodistas en uno de estos foros, en el que, cuando planteamos la necesidad de poner límites y sanciones a los ciclistas, tal como se hace con los conductores de otros vehículos, la reacción de la funcionaria fué muy fuera de lugar.

Hoy una moto con un personaje relativamente famoso, chocó y se incendió muriendo su conductor carbonizado. Manejaba una Harley Davidson, era un empresario joven (39 años) exitoso, y no es prejuzgamiento pero quizá se sentía invulnerable. El «a mí no me va a pasar» o el «si te tiene que pasar te pasa» es algo que habitualmente escucho de los más jóvenes.

Entonces ¿dónde hay que poner el foco?…seguramente en las actitudes y tal vez incluyendo en las capacitaciones para conductores, instancias de reflexión para llegar a entender de una buena vez que nadie puede hacer por nosotros lo que nosotros no estamos dispuestos a hacer por nosotros mismos.Y cuidar nuestra vida es un paso para cuidar también la vida de otros. Les dejo la inquietud.

Saludos y hasta la próxima.