¿Tomaremos conciencia de la peligrosa consecuencia de ingerir alcohol y conducir un vehículo?. Señalábamos en nuestra publicación de ayer que, precisamente la toma de conciencia es el primer paso pero, seguidamente tiene que llegar la educación, la iformación y la consecuente conducta que deriva de estos pasos. Si no logramos poner en práctica lo que, desde tantas instituciones nos están proponiendo, tendremos que deducir que algo nos está pasando. A continuación les ofrecemos el siguiente estudio realizado por expertos y esperamos les sirva a modo de información y formación.

La ley permite manejar hasta con 0,50 gr/l de alcohol en sangre, pero un estudio exclusivo de CESVI revela que apenas con 0,15 gr/l es suficiente para volverse un conductor peligroso.

Con esta medición aumenta 40% la imprecisión de las maniobras y 16% el tiempo de reacción.Se sabe que el alcohol influye directamente en las personas y afecta notoriamente el modo de conducción de un vehículo.

Mucha gente cree que como nuestra ley penaliza el consumo de alcohol a partir de los 0,5 gramos por litro de sangre, sus efectos peligrosos se manifiestan a partir de ese valor. Sin embargo, a través de un estudio realizado por CESVI se llegó a la conclusión de que la cantidad de alcohol en sangre que establece la norma es un límite muy alto y que valores inferiores ya constituyen un riesgo para manejar.

Aún en pequeñas dosis, las consecuencias primarias se localizan sobre la vista, disminuyendo la visión periférica y no contar con esta característica es como conducir un automóvil a través de un túnel.

El efecto del alcohol puede manifestarse con el primer vaso de vino o cerveza y con concentraciones inferiores a 0,2 gr/l, especialmente, sobre la coordinación de movimientos y los tiempos de reacción. En concentraciones mayores a los 0,5 gr/l afecta críticamente la percepción, generando imágenes borrosas o equivocadas.

Pero hasta ahora, poco se había estudiado en nuestro país sobre este tema. Por eso, CESVI realizó un ensayo para saber cuándo empiezan a notarse los efectos del alcohol en la conducción y cuáles son sus consecuencias.

Un estudio exclusivo

Con el fin de evaluar la influencia del alcohol en la conducción y analizar si había modificaciones en la precisión de las maniobras y el tiempo de reacción de los conductores, se realizó una serie de pruebas con un grupo de personas, compuesto por hombres y mujeres de distintas edades, pesos y cultura alcohólica.

Previamente, estas personas fueron sometidas a diversos estudios para determinar de qué forma afectaba a cada uno el alcohol ingerido. Así, los conductores debieron realizar una serie de pruebas de manejo; primero, en estado sobrio y, posteriormente, tras haber consumido alcohol.

A grandes rasgos, podemos resumir el resultado de este estudio con el informe siguiente, porporcionado también por CESVI.

DEPRESOR DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Por Dr. Pablo Pescie – Médico especialista en Medicina Interna y Emergentólogo

En virtud de la importancia que tiene la alcoholemia en la génesis de accidentes viales es preciso realizar algunas consideraciones para entender mejor el tema. El alcohol se absorbe en primer lugar en boca y garganta, luego en estómago y, por último, en la región proximal del intestino delgado.

La absorción aumenta cuando las estructuras (estómago, intestino delgado) están vacías, promoviendo un mayor nivel de alcohol que pasa a la sangre. Contrariamente, disminuye cuando esas estructuras están ocupadas.

Una vez que llega a la sangre, el alcohol (etanol) tiene efectos sobre el sistema nervioso central, el más comprometido al momento de efectuar tareas como conducción de automóviles. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central.

Por eso, en concentraciones bajas deprime zonas cerebrales que controlan conducta(por esola euforia) y en la medida que aumenta la concentración,deprime funciones básicas que alteran el equilibrio o el habla, hasta llegar a depresiones tan severas que producen coma.

Ahora bien, la ingesta de alcohol no produce los mismos efectos en las personas, depende de sus antecedentes. Entonces, los efectos no serán los mismos considerando si hubo ingesta de alimentos reciente, si la persona tiene antecedentes de ingesta alcohólica habitual, si la alcoholemia se encuentra elevándose o si ya se encuentra en franca disminución.

Asimismo, la edad también influye ya que tiene mayores efectos tóxicos en los extremos (infancia y tercera edad). En cambio, el género no tiene una correlación efectiva sobre los efectos del alcohol.

Consejo final de CESVI: si vas a conducir…¡nada de alcohol!

María Inés Maceratesi.

Fuente: CESVI ARGENTINA